Hay una reveladora historia acerca de un monje que vivía en el desierto al que las tentaciones que era objeto lo atormentaban de tal manera que ya no podía soportarlo.
De manera que decidió abandonar el lugar y marcharse a otra parte.
Cuando estaba calzándose las sandalias para llevar a cabo su decisión, vió, cerca de donde él estaba, a otro monje que también estaba poniéndose las sandalias.
¿ Quién eres tú?, preguntó al desconocido.
Soy tu yo, fue la respuesta.
«Si es por mi causa por lo que vas a abandonar este lugar, debo hacerte saber que, vayas adonde vayas, yo iré contigo".
FUENTE: AUTOR ANONIMO