En Navidad muchas personas se encuentran lejos de sus hogares o solas por distintos motivos y no pueden compartir con sus seres queridos esas celebraciones donde impera la unión, la paz y el amor.
Entonces sentimos un nudo en la garganta cuando no podemos cambiar las circunstancias o no podemos remediar de alguna manera tanta desolación en la Navidad de esos corazones tristes y solitarios.
Se suceden llamadas de amigos y familiares que nos desean toda clase de buenos augurios y también alguna que otra llamada de alguien que está apesadumbrado y quiere aunque sea escuchar nuestra voz que le recuerde algo del afecto de antaño.
En estas fechas muchas personas están solos aunque rodeados de gente y bullicio a su alrededor.
Por lo que recuerden que el sol sale para todos y desde el fondo de muchos corazones solidarios, hay una invitación permanente al amor fraternal, que expresa: ven a mi casa esta Navidad, porque hay suficiente amor para iluminar corazones apagados.
En las casas de muchos hay festejos y estamos todos invitados, la luz del nacimiento divino del eterno amor esta despuntando en el cielo, todos somos luz, todos somos uno, Feliz Navidad !!!